26 May La importancia de la autoestima… 2da Parte
La autoestima depende en gran medida de la forma en que nuestros padres nos criaron y de cómo ha sido nuestro desarrollo dentro de la sociedad. Esto forma nuestro carácter y nuestra personalidad que son factores importantes para determinar la forma en que nos enfrentaremos a las posibilidades que nos presenta el medio ambiente en el que nos desenvolvemos.
Nuestra autoestima refleja nuestras actitudes entre las cuales podemos elegir:
a. El camino del triunfalismo (autoestima excesiva) b. El derrotismo (baja autoestima)
Pero el punto de equilibrio que se aspira lograr es la ”autenticidad” ya que en ella no nos sentimos más ni menos que los demás y logramos aceptarnos con nuestras fortalezas y debilidades.
Puedo ser amado por mi familia, mi pareja y mis amigos, y aun así no amarme yo mismo. Puedo ser admirado por mis socios y sin embargo considerar que carezco de valores. Puedo proyectar una imagen de seguridad y serenidad que engañe a todo el mundo, y sin embargo reconocer que soy temeroso, que no tengo buena autoestima.
Así como la admiración de los otros no genera nuestra autoestima, tampoco lo hacen el conocimiento, el dinero, el matrimonio, las obras de beneficencia, las conquistas sexuales, ni las cirugías plásticas. A veces “pueden” hacernos sentir mejor con nosotros mismos por un tiempo, o quizás más cómodos en determinadas situaciones; pero comodidad no es sinónimo de autoestima.
La importancia de una autoestima saludable reside en que es la base de nuestra capacidad para responder de manera activa y positiva a las oportunidades que se nos presentan en el trabajo, en el amor y en la diversión. Así como también la base de esa serenidad de espíritu que hace posible disfrutar la vida.
¿Cuánto valgo?”
Cuando la autoestima es alta y estable, la persona “no necesita defenderla”, ya que su autoestima “se defiende sola”. Cuando es alta pero inestable, la persona “percibe como amenazas las críticas y fracasos”. Cuando es baja e inestable, está siempre esperando acontecimientos exteriores que la puedan elevar. Y cuando es continuamente baja, “se dedica a cuidar ese poco que le queda, antes que ir en busca de más”.
La autoestima, que influye en nuestras relaciones con las demás personas, cobra una especial importancia cuando hablamos de las Relaciones de Pareja, y aunque pensemos que nuestra autoestima será mayor debido a la «gran pareja» que escogemos… no es así y nos sentimos frustrados, lo mismo que la pareja pues siente como si fuera su responsabilidad «ayudar» en la autoestima del compañero (y no… no es responsabilidad del otro) por lo tanto la pareja se verá o no beneficiada con compañeros con buena autoestima. Como nos vemos a nosotros mismos influirá en muchos aspectos de nuestras relaciones sentimentales:
a. La gente con autoestima baja encuentra dificultades a la hora de encontrar pareja, ya que al no valorarse siempre dan por sentado que fracasarán. Eso les hace reprimirse a la hora de intentar entablar una relación y buscar parejas por debajo de sus posibilidades.
b. En los conflictos de pareja: Las personas con baja autoestima pueden culpabilizarse por todos los conflictos de pareja y al no confiar en sus capacidades, dejarán que sea la otra parte la que busque soluciones.
c. En el mantenimiento de la pareja: Las personas con autoestima baja pueden caer en situaciones de dependencia o sumisión, ya que estarán dispuestas a hacer cualquier cosa para no ser abandonados, porque están seguros de no valer lo suficiente para la otra persona y de que no encontrarán a nadie más que los quiera.
La relación que mantenemos con nosotros mismos (autoestima) afecta a todas las demás. Hablando de las relaciones de pareja, una autoestima sana no sólo ayuda a encontrar ese amor, sino también a lo más importante: a mantenerlo.
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